viernes, 23 de marzo de 2007

Originalidad ¿Realmente importa?

Ya comenté lo bonito que es que Internet permita comunicarnos a toda la humanidad de manera sencilla, algo sin parangón en toda la historia de la humanidad, ahora que empiezo a introducir en la red contenidos de motu propio me paro a pensar en que posiblemente lo que digo aquí, ya lo haya dicho alguien en algún lugar del mundo, seguramente con otras palabras, pero no creo que sea el primero que haya discurrido acerca de la bondad de Internet, ni el primero que lo haya expresado.

Me pasó algo parecido hace poco que expresé otro pensamiento en un foro y días después esa misma reflexión la encontré en el blog que ya he mencionado de Pepe Cervera. Mucha gente le contestó diciendo que había tenido una idea muy original y tuve una sensación extraña, pues en realidad no creo que Pepe hubiera leído realmente mi comentario en ese otro foro pero de algún modo me sentí plagiado. ¿Realmente me importaba que me hubieran plagiado?

Una de las cosas que a veces me echaba para atrás a la hora de publicar en Internet, antes incluso de que los blogs se pusieran de moda, era la posibilidad de ser plagiado. A veces se me han ocurrido cosas realmente originales, aunque parezca mentira en una época como la actual, en la que estamos rodeados de periódicos, televisión y estos últimos años Internet, es realmente difícil tener una idea realmente original. Cada vez dedicamos menos tiempo a la reflexión porque tenemos siempre otros entretenimientos. Nuestro mundo está lleno de cosas para llenar nuestro tiempo de ocio y hacer como yo hago ahora mismo, sentarse tranquilamente y escribir algo original es algo que no hace tanta gente. No obstante aunque algunas de mis ideas me parecieron interesantes e incluso útiles para compartirlas con otros me frenaba la posibilidad del plagio, de que otro recogiera esa idea y dijera que era suya, pudiendo obtener además (o no) un beneficio económico. Y quizá yo no buscaba ese beneficio económico sino que quería compartir esa idea para que fuera útil para los demás de forma gratuita, pero ¿Cómo evitar el plagio?. Un pie donde uno declare © todos los derechos reservados ¿sería la solución? No por dos razones:

1ª .- Un copyright implica que nadie puede copiar dicha información de ninguna manera, lo que me parecía muy restrictivo.

2ª.- Realmente ¿cómo puedo demostrar que mi exposición es anterior al plagio y que realmente lo han hecho?

Las licencias CC (Creative Commons) aparecieron para resolver el primero de los problemas. Respecto al segundo solo se me ocurre poner un sellado de tiempo a mis creaciones, lo que no es nada trivial.


Como conclusión por fin apareció este blog, ¿es que ya no me preocupaba el plagio? Sí me sigue preocupando y lo tendré en cuenta a la hora de crear mis entradas, pero tras darle muchas vueltas llegué a la conclusión de que desde aquí puedo lanzar a los cuatro vientos mis ideas, lo que a mí me parece justo, las soluciones que yo veo a problemas que nos encontramos en el mundo en que vivimos y para mí es más importante difundirlas aunque no se sepa de donde vienen que callármelas.