miércoles, 26 de enero de 2011

A vueltas con la Ley Biden-Sinde (parte 1)

Justo hoy hace 2 años que Jose Luis Rodriguez Zapatero en “Tengo una pregunta para Vd” nos decía que iba a impulsar 31.000 obras públicas para animar la economía y así, salir de la crisis. Ese plan E sirvió para vaciar las arcas del estado y para aumentar el déficit pero no para frenar la sangría del paro o para reanimar la economía.
Ese mismo día nuestro presidente defendía el sector cultural español indicando que era un sector innovador, con un gran potencial en el mundo, que empleaba en España 1.000.000 de personas y que suponía el 5% de PIB de España. Era junto a las TIC, la alternativa al ladrillo sobre el que tantos años se basó la economía española.
En mi opinión, en un mundo donde las máquinas sustituyen cada vez más al hombre y donde los trabajos repetitivos ya no son realizados por humanos, los trabajos creativos cobran cada vez más relevancia y por tanto creo que efectivamente el sector cultural puede ser un elemento importante en el futuro de nuestro país.
¿Qué ocurre? Que internet permite compartir estos trabajos creativos con facilidad y de forma gratuita sin la autorización de los autores, lo que deja a éstos sin su remuneración correspondiente. Por otro lado permite que sus trabajos lleguen a mucha más gente de forma sencilla y sin necesidad de intermediarios e incluso, si éstos lo desean, de forma gratuita.
Para evitarlo, bueno en realidad para evitar que se distribuyan de forma gratuita por internet las obras culturales, especialmente aquellas realizadas por profesionales y que han costado mucho dinero, nuestro gobierno va a publicar la ley Biden-Sinde, que en realidad es el nombre con el que se conoce a una disposición de otra Ley que no trata sobre temas culturales, pero que se cuela por ahí.
Se han publicado multitud de opiniones al respecto y creo que es un asunto que efectivamente requiere debate porque nos encontramos con un nuevo paradigma y es algo que ya he expresado antes aquí en el blog que Internet lo cambia todo.
Por si alguien no está enterado de que va toda esta historia, una explicación sencilla aquí.
Especialmente interesantes me han parecido las opiniones de la actual ministra, o del presidente de la SGAE pero mucho más interesante fue el debate entre Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Antonio Muñoz Molina y de nuevo Ibarra. Y aquí respondiendo a Antonio Muñoz Molina.

Una cosa si hay que dejar claro:
NO ES COMPARABLE LA PROPIEDAD FÍSICA A LA PROPIEDAD INTELECTUAL
y
COPIAR NO ES LO MISMO QUE ROBAR

Prometo una nueva entrada con propuestas novedosas (y quizá descabelladas) para tratar de solucionar este paradigma.

No hay comentarios: