jueves, 31 de diciembre de 2020

Los tres deseos

      

Otra fábula de La Fontaine del mismo libro que la anterior, para acabar el año. Un año diferente a los previos. En estas fechas es cuando todos nos enviamos buenos deseos. Pero es tan difícil elegir bien un deseo...


Hace mucho tiempo, en el imperio de Mongolia, un duendecillo iba de camino.
Caminando, caminando, llegó hasta una pequeña cabaña en la que vivían unos labradores con sus hijos de corta edad.
El duendecillo llamó a la puerta de la casa y preguntó:
-¿Podéis alojarme por esta noche, buena gente?
Los labradores alojaron al duendecillo y éste, al día siguiente, se despidió de sus bienhechores diciendo:
-Pedidme tres deseos y os daré satisfacción. Pero, pensadlo bien antes de pedir nada, ya que sólo podré otorgaros tres dones.
El labrador, viendo la miseria en que vivía, rogó al duendecillo que le concediera la riqueza.
El duendecillo llenó sus arcas de oro, sus graneros de trigo y sus campos de frutos.
-¡Oh! -se lamentó al poco tiempo el labrador- ¡Cuántos cuidados, cuántos cálculos para administrar tanto caudal!
-Tienes razón -intervino la esposa-. Los grandes señores nos piden préstamos y el rey nos hace pagar fuertes tributos.
A fuerza de ser ricos, se consideraban pobres y desdichados.
El labrador formuló su segundo deseo;
-¡Aleja de nosotros la influencia dañina de estas riquezas! Más vale la pobreza que una riqueza excesiva.
El segundo deseo se cumplió y volvieron a ser pobres.
El duendecillo, apareciendo de nuevo ante ellos, les dijo:
-Recuerda que sólo te queda un deseo que formular. ¿Qué pides ahora?
-Te ruego, amigo -rogó el labrador-, que nos concedas la sabiduría.
-Ahora has elegido bien -dijo el duendecillo-. Sea como tú dices.

 



Ilustración de María Pascual editada por Ediciones Toray

 

sábado, 18 de abril de 2020

Teletrabajo



El confinamiento al que nos ha forzado este virus, ha demostrado que mucha gente puede trabajar desde casa.

Las empresas están preparando de forma precipitada medios en los centros de trabajo para evitar que las oficinas se conviertan en lugares de transmisión del virus y salvar vidas.

Pero una vez que pase la epidemia ¿qué? ¿Todas esas infraestructuras que se han montado se tiran y volvemos a lo de antes? ¿No podemos aprovechar las ventajas del teletrabajo para mejorar?

Pero ¿Mejorar en qué?

Madrid luce como nunca estos días sin pizca de contaminación. España es un país deficitario en petróleo, petróleo que ya sabemos a nivel mundial que empieza a dar síntomas de agotamiento. Todos los gastos de desplazamiento y la polución que podemos ahorrar merecen la pena.
¿Y el tiempo que ahorramos en desplazamientos? Mucha gente tiene 1 hora o más de camino todos los días hasta el centro de trabajo (y otra hora de vuelta). Con teletrabajo es más sencillo conciliar, hay más flexibilidad para el trabajador. E incluso para la empresa si se necesita a alguien excepcionalmente fuera del horario laboral (y siempre claro de acuerdo con el trabajador y de forma justificada) el teletrabajo permite realizar esa labor.

Lo importante es que el trabajador lleve a cabo su trabajo de forma satisfactoria para la empresa o que preste el servicio que debe realizar y no que fiche una hora de entrada y otra de salida o que esté presencialmente en una oficina.

¿Y la España vaciada? Con teletrabajo, si dotamos de las infraestructuras mínimas necesarias de telecomunicaciones a los pueblos, la gente podría teletrabajar lejos de su oficina central.
 
Y es que casi todo son ventajas, hasta las empresas podrían reducir el tamaño de sus oficinas al mínimo.

Por supuesto, hay trabajos que no pueden hacerse en remoto, no pido teletrabajo para todos y también por supuesto, serán necesarios controles adicionales para que el trabajo en casa no suponga un riesgo laboral y deberá haber sistemas para llevar un mejor control del trabajo de cada persona. Solo pido un compromiso con el medio ambiente, con los recursos del planeta, con el tiempo de las personas, con la conciliación, tantos beneficios que ¿por qué no aprovechar y poner en marcha algo que mejora nuestras vidas?



Imagen A_non-profit_worker_looks_up_opportunities_for_funding_on_her_computer_in_Salvador,_Brazil._May_29,_2017.jpg by Marielle Velander / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)

martes, 10 de marzo de 2020

Oportunidad



La salud es un problema global y no solo cuando hablamos de enfermedades contagiosas. Los sistemas de salud deben estar garantizados para todo ser humano, resida donde resida.

En este mundo de corralitos, donde cada país mira para dentro pero no para fuera, la ONU debería encargarse de cada crisis humanitaria que se produzca en el planeta. Pero no solo de los problemas globales de salud: de cada guerra, de cada campo de refugiados, de cada hambruna, de cada violación de los derechos humanos, de cada destrucción medioambiental.

Esos liberales que solo quieren al estado para que defienda sus posesiones son la peor ideología desde el fascismo que ha tenido la humanidad.

Hay que eliminar las fronteras y permitir de forma cabal y consensuada que la ONU intervenga en cada conflicto, sea en la región que sea, haya o no haya petróleo o materias primas, haya o no haya democracia.

Libertad sí pero también responsabilidad. Momentos como este son fundamentales para darse cuenta del caos al que nos dirigimos como humanidad. Un planeta cada vez más contaminado, con recursos que terminarán por agotarse, con personas que sufren. ¿Acaso no está la felicidad del ser humano más cerca del que ayuda a los demás que del que acapara riquezas con ansia?

Aprovechemos esta crisis y que sea una oportunidad para mejorar.


Imagen: De Joowwww - Trabajo propioPhoto for reference use on Military aircraft insignia page., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4427614

miércoles, 1 de enero de 2020

Monarquía en el siglo XXI

 


 
Nuestra tradición está llena de cuentos donde reyes, príncipes y princesas protagonizan sus historias. En el mundo real también hay y ha habido reyes algunos con poder absoluto, otros casi sin poder como los que hay ahora en varias democracias europeas. De lo que quería hablar hoy aquí es de eso, ¿tiene sentido un rey en una democracia?

Al final el rey es un ser humano, uno más del país, no tiene nada de especial aparte de ser hijo de otro rey ¿qué sentido tiene que haya un rey por herencia sanguínea cuando en democracia todo se elige por la voluntad del pueblo?

Se podría argumentar que realmente es la voluntad del pueblo tener un rey en esas condiciones dado que así lo dispone la Constitución que fue aprobada democráticamente por el pueblo. En el fondo en España así es.

Pero ¿qué sentido tiene? Un rey es una rémora de otro tiempo donde el poder se ejercía de forma jerárquica y despótica, un rey que no manda ¿para qué?

El actual rey de España es un cargo “representativo”, no ostenta ninguno de los tres poderes: legislativo, ejecutivo ni judicial. Sí que es el capitán general de las fuerzas armadas por lo que en caso de crisis sí podría atribuirsele cierto poder. 

Es un servidor de España, está ahí cuando el país lo necesita. En caso de haber en el país alguna crisis política grave, la actuación del rey, si es adecuada, podría ayudar a solventar la situación.

Se ha criticado mucho los gastos que la corona suponen para el país, pero el rey también tiene muchas obligaciones: debe recibir a mandatarios de otros países, viajar en representación de nuestro país, debe ser ejemplar en sus actos, ser un referente en muchos ámbitos y como puede leerse actualmente en su web oficial:
La corona contribuye a la estabilidad del sistema político dada su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas y es cauce de cohesión entre los españoles.

En este artículo se comenta un tema también controvertido, la inviolabilidad del rey:

Quizá sea necesaria cierta reforma de la monarquía, la inviolabilidad del rey es un poco absurda, al menos en sus actos privados. Por muy rey que sea no puede estar exento de ser juzgado si comete un delito en su vida privada.

Cada vez se oye en internet más voces que piden república y atacan al rey de diversas formas. Mi opinión personal es que Felipe VI ha actuado de manera correcta durante su reinado y valoro positivamente la institución. Sí que valoraría, como he comentado, revisar el tema de la inviolabilidad y tampoco estaría mal consultar a la población, aunque fuera de forma no vinculante, sobre si el monarca de turno que toque realiza bien o no su trabajo.



Imagen: Corona Real Española. Autor:Miguillen. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Corona_real_espa%C3%B1ola.svg