En la película Terminator una Inteligencia Artificial (IA) se hace autoconsciente y decide que la humanidad le sobra y trata de acabar con ella. En muchos otros relatos de ciencia ficción sobre el futuro aparecen IAs que se mueven de forma autónoma en un mundo futurista donde "toleran" a los humanos.
La IA es una avance tecnológico más que ha llegado para quedarse como todos los demás. Ya en el siglo XIX los luditas destruían la
maquinaria textil pues robaba sus puestos de trabajo. Pero la mejora de
la productividad que producían las máquinas era evidente y ha seguido
creciendo y mejorando hasta nuestros días donde las computadoras ya toman
muchas decisiones que influyen en nuestro día a día.
¿Dónde ocurre?
Ya
se usan IAs para invertir en bolsa, para filtrar candidatos a un puesto
de trabajo o para establecer la prima en un seguro, cosas que pueden
parecer intangibles pero que no lo son.
Cathy O'neill en su libro
"armas de destrucción automática" señala varios de estos peligros que
suponen las IAs y como si no se usan adecuadamente podrían producir
situaciones injustas como marginación, exclusión social o educativa.
Por
tanto, sí que es necesario regular las IA y será necesario en el futuro a
medida que tomen más control de nuestras vidas establecer comités de
control y ética para la regulación de estos temas.
En una entrevista publicada en eldiario.es de María Sánchez Diez (@mimapamundi) a Timnit Gebru, esta científica especializada en IA indica 2 frases muy a tener en cuenta:
No es necesario ser experto en tecnología para comprender cuando algo es bueno y cuando no.
Me gustaría que fuera responsabilidad de las empresas demostrar que su tecnología no tiene efectos nocivos (...) pero ahora está sucediendo al revés: cada usuario tiene que demostrar los daños.
Artificial_Intelligence_LOVE_&_LifeAlighayoor, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons