miércoles, 10 de agosto de 2022

Sobre el tiempo y el Agua


 

 

El 15 de agosto de 2013 publiqué la primera entrada sobre el libro “El país de los sueños” de Andri Snaer Magnason.


Casi una década después, he vuelto a leer otro libro de Magnason:

 “Sobre el tiempo y el agua”.


Ya en el primer libro plantea que el crecimiento económico de los paises no debe ser un objetivo en sí mismo y algo que aunque se diga 1000 veces parece que la gente no entiende:


Es imposible que haya crecimiento infinito en un planeta finito.

En este libro, trata de sacar a la luz las alertas que de forma general los científicos están publicando sobre el cambio climático y que para la gente normal se ha convertido en una especie de “zumbido” que nos hace seguir actuando como si nadie dijera nada.

El libro se escribió en 2018, recientemente hemos podido ver la película “No mires arriba” [si no la has visto aquí posible spoiler] donde una situación similar ocurría en el mundo. Un científico alertaba sobre una catástrofe que iba a acabar con la vida en la Tierra y al publicarse su noticia, en su afán de los medios por no dar malas noticias, por no crear angustia en la población y también influidos por los intereses económicos de los que gobernaban el mundo, al final, esa declaración se convierte en un “zumbido” y no se ponen los medios adecuados para evitarlo.
La película no me gustó, en general, cuando veo a alguien pelear por lo que desea pero la gente alrededor lo ignora y le pone trabas me resulta desesperante. Como acaba mal te deja mal sabor de boca. Trata de ofrecer el mensaje como si fuera una comedia para quitar dramatismo pero el mensaje cala. Y es muy real. Y con el cambio climático lo estamos haciendo.

Magnason en su libro pone las cosas muy crudas pero en la parte final apunta posibles soluciones y da pie a la esperanza de que aún podemos hacer algo. No lo pinta fácil y pide que la gente ponga sus esfuerzos en buscar esa soluciones porque solas no parecen que vayan a llegar.

El calentamiento global está derritiendo los glaciares en todo el mundo y la subida del nivel del mar solo es uno de sus problemas. Este calentamiento está ya produciendo o va a producir inundaciones, sequías, cambios en los ecosistemas y sobre todo problemas para el suministro de agua y alimentos a millones de personas.

 



Otro aspecto que resalta es que el aumento de CO2 en la atmósfera, aparte del calientamiento que produce en la misma atmósfera, aumenta la acidificación de los océanos:

“Cuando el petróleo arde y se transforma de dióxido de carbono, el 30% del mismo lo absorbe el mar lo que lleva a la acidificación de sus aguas”

Los efectos de esta acidificación no son del todo conocidos pero podría colapsar los ecosistemas marinos y ello repercutir en todos los ecosistemas del planeta.

Menciona a un amigo naturalista Gudmundur Pall ya fallecido que soñaba con una sociedad en la que el hombre encontrará el equilibrio entre la tecnología, la cultura y la naturaleza, donde el ser humano pudiera aprovechar la ciencia actual para profundizar en su comprensión de la naturaleza y, en lugar de arrasarla, vivir en armonía con ella.

Estamos en una época donde se producen cambios con una rapidez nunca antes vista. La energía obtenida del petróleo ha mejorado la vida de la mayoría de la población permitiendo a la gente viajar con rapidez y comodidad, el transporte de alimentos y mercancías, la mejora de los métodos de cultivo ha reducido las hambrunas y las mejoras tecnológicas nos permiten crear y disfrutar como nunca antes de la belleza.
 

“El problema no radica en que la gente haya salido de la pobreza sino que nos encaminamos a pasos agigantados al sobreconsumo y al despilfarro.”


Las emisiones de CO2 proceden:
    • 25% de centrales eléctricas (especialmente las de carbón) y de las calefacciones domésticas.
    • 24% producción de alimentos
    • 21% industria (6% producción de cemento)
    • 14% transporte (2.5% aéreo)
 

“Si bien la superpoblación del planeta es un problema, el más importante es el sobreconsumo y la irresponsabilidad de las naciones prósperas”


Diariamente se consumen en el mundo 100 millones de barriles de petróleo. Cambiar esa fuente de energía no será fácil y los que se embolsan diariamente 6.000 millones de $ diarios sin duda opondrán resistencia y tienen línea directa con los líderes mundiales.
Siendo realistas no es posible cortar ese surtidor de un día para otro sin producir grandes problemas de diversos tipos. Hay que buscar soluciones para hacerlo de forma gradual.

“Tenemos que sentir miedo y al mismo tiempo creer que es posible mejorar las cosas”

Termino esta entrada del blog con el recuerdo de su tío John Thorbjarnarson que trabajó durante años en la conservación de especies animales en peligro de extinción y comenta que le enseñó que intervenir en el mundo es posible. Que el mundo no es solo una corriente que avanza sin control ni sentido sino que se pueda influir en ella y orientarla en la dirección adecuada.

Dejo para otra entrada otros comentarios que he podido extraer de este interesante libro.


 

Todas las imágenes son de NASA.

https://www.flickr.com/photos/26946475@N08/2516448636
https://earthobservatory.nasa.gov/images/149755/ice-lost-island-found
https://earthobservatory.nasa.gov/images/149640/ice-shelf-collapse-in-east-antarctica