Feliz 2014. Seguimos con el libro.
@AndriMagnason es un claro defensor de
la democracia.
“El tipo de calidad de vida de la que disfrutamos se la debemos a la democracia. (…) La libertad de la gente para crear nuevas ideas y para pensar en nuevas cosas es una condición absoluta para el cambio y para el progreso en todas las áreas de nuestra vida y, por esta razón, también tenemos libertad de expresión y libertad de opinión. Es porque decidimos valernos por nosotros mismos que disfrutamos de la calidad de vida que tenemos. La democracia puede ser irritante, puede ralentizar las cosas y detener su movimiento, pero ha demostrado que funciona mejor que ningún otro sistema que haya conocido el ser humano.”
Y en su libro nos hace ver algo que
también está pasando en la Unión Europea y en España actualmente.
Nos intentan convencer de que para salir de la crisis en lugar de más
democracia hay que dar poder a los “tecnócratas”. Sobre ellos
dice:
“Se presentan a sí mismos como la encarnación de la razón tecnológica, el razonamiento frío y la verdad alejada de los apasionamientos. Repiten constantemente que no tenemos otra opción. “No hay razón alguna para intentar detenernos a nosotros, los tecnócratas, ya que nuestra visión es el camino hacia el futuro”. Adoptan el rol de único árbitro del progreso y de la ciencia. Son los únicos cualificados para definir los intereses de la “humanidad”. Aquellos que no están de acuerdo con ellos y ponen reparos a ciertos planes, ideas o posibilidades, están mostrando ingratitud con la tecnología y con todos los regalos que nos ha otorgado, además que se equivocan al no comprender los intereses de la “humanidad”.Presentar la explotación total de Islandia como la única ruta posible para alcanzar la prosperidad económica es ver el mundo en términos altamente simplistas.(…) los intereses económicos de las compañías eléctricas habrían eclipsado cualquier otro área de la economía islandesa. No solo habrían adquirido un poder enorme dentro de Islandia, sino que su influencia habría traspasado fronteras.”
El problema del exceso de poder que han
tomado las eléctricas en Islandia parece se reproduce en España,
fijando precios a su medida. ¿No deberían estar los servicios
básicos en manos del pueblo y no de empresas e intereses privados?.
En mi opinión y no soy el único que
lo dice, los servicios básicos como la salud, la educación, la
asistencia social, la energía y la alimentación básica no debería
estar en manos privadas. Estos servicios no pueden dejar de prestarse
porque a una empresa no le salga rentable ni deben dejar de estar
accesibles a los ciudadanos solo porque su poder adquisitivo no
alcance para pagarlos.
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