Sofía Pérez Mendoza ha publicado un artículo sobre "refugios climáticos" donde expone que las administraciones deberían dotar de espacios públicos donde la gente pueda escapar a los rigores del cambio climático. Parecen especialmente necesarios en España estos lugares donde la gente pueda huir de las inclemencias de la ola de calor como la que nos arrasa ahora pero también en invierno es necesario este tipo de refugios para inclemencias invernales. Quizá en España no sea el lugar más llamativo pero en otros países seguro que debe haber.
Sin duda ayer los centros
comerciales estaban abarrotados de gente y no porque sea época de
rebajas sino porque no todo el mundo tiene aire acondicionado en casa o
simplemente porque necesitan escapar de esas cuatro paredes y por la calle no se
puede pasear en estos días que dan las doce de la mañana y seguimos
teniendo más de treinta grados en las calles.
¿Y aparte de los
centros comerciales qué ofrecen las administraciones públicas como
refugio climático? Tenemos las bibliotecas donde uno puede ir y mientras
esté en silencio puede pasar todas las horas que quiera. Eso sí
mientras estén abiertas, curiosamente algunas cierran en verano. Otras
tienen horarios reducidos en fin de semana... ¿Los fines de semana no es
necesario el refugio climático?
Claro la función principal de las bibliotecas no es esa. Es usual que en las bibliotecas haya salas para realizar actividades pero suelen ser programadas o que la biblioteca forme parte de un "centro cultural".
Hace tiempo me pasaron una hoja de firmas para proponer que se dediquen salas en la bibliotecas para juegos de mesa. Le pareció una buena idea aunque no todo el mundo a quien se comentó estaba de acuerdo. Los refugios climáticos no tienen por qué exigir estar en silencio En mi pueblo, mi abuelo iba al "hogar de ancianos" y jugaba a las cartas. Allí además servían bebidas pero no era un bar. Sitios así podrían proliferar no solo para ancianos y de hecho existen como las "casas de la juventud".
Antes la gente salía a las calles a tomar el fresco y era un punto de encuentro para charlar con los vecinos. Esto
con el cambio climático se va perdiendo. Como hace cada vez más calor, la
gente pone aire acondicionado y se queda dentro de sus casas. También
sería buena idea promover centros donde los vecinos puedan encontrarse y
charlar no es necesario que sean para jugar (que también puede ser) ni
que sea para actividades organizadas aunque sin duda son una motivación para asistir.
Disfrutar del aire libre es
estupendo pero las temperaturas del planeta no paran de subir y España, país que tradicionalmente ha sido abierto y de compartir la calle, cada
vez va a tener más dificultad en verano de seguir siendo igual.
Como
explicaba Sofía creo que corresponde a las administraciones públicas
dotar de centros donde la gente pueda conocerse y refugiarse de las
inclemencias que el camino climático nos trae.
Al buscar en Google el enlace al artículo de Sofía, la IA de Google me mostró lugares de Madrid donde poder "refugiarse".
Estos espacios pueden ser bibliotecas, museos, centros cívicos, parques con sombra, e incluso algunos edificios emblemáticos como el Círculo de Bellas Artes en Madrid
Imagen: Caravan in the desert © Sergey Pesterev / Wikimedia Commons

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