lunes, 15 de enero de 2024

ÉTICA I: CLASICOS GRIEGOS


 

Como indiqué en mi entrada anterior voy a intentar echar una mirada sobre la evolución de la ética en el mundo occidental.

Los textos más antiguos de la cultura occidental son los clásicos griegos. Ya entonces se empezaba a discernir entre lo que era un buen o un mal comportamiento.

Allí los sofistas dirán que la ética es la reflexión sobre lo bueno, sobre la mejor manera de vivir, lo que hoy llamamos “excelencia” y ellos llamaban “virtud”. Ya plantearon en aquella época varias dudas sobre la ética y las leyes morales: 

¿Son naturales o convencionales (esto es, por conveniencia o interés)? 

¿Son innatas o se deben enseñar? 

Y si se deben enseñar, ¿cuál es la clave de lo que se debe enseñar?


También pudieron constatar el poder que tiene el lenguaje que hace que sea posible justificar cualquier opinión o punto de vista. "Cualquier tesis puede defenderse si el argumento es hábil". Según Platón "la elocuencia, el dominio del lenguaje y de la capacidad de persuadir, o directamente de manipular al otro, no es más que un instrumento que se puede utilizar para bien o para mal, puede ponerse a servicio de unos objetivos que pueden ser justos o injustos". La oratoria no es justa ni injusta, para que sea justa es preciso que el orador también lo sea y no busque su interés particular, sino el de todos.


Platón al comienzo de la República, intentará explicar lo que es la justicia y terminará todo el diálogo sin éxito, con meras aproximaciones a la definición buscada. En Critón pone en boca de Sócrates estas palabras: "vivir como ciudadano es obedecer las leyes o utilizar la persuasión para que cambien si las consideramos equivocadas".

Más tarde, Aristóteles dirá: “un hombre bueno es el que ha aprendido a vivir con otros hombres”. Según él, la teoría de las virtudes como núcleo de la ética remite directamente a la educación pues "es a través de la educación como se adquieren los hábitos y las costumbres más convenientes para la vida en sociedad". Famosa es su frase donde define la virtud: "es el justo medio entre 2 extremos puramente viciosos".

"El hombre debe desear lo que es conveniente para uno mismo y también para el conjunto de la sociedad. Ser prudente implica deliberar, ponderar, contrastar opiniones ya que no hay ciencia del término medio. Se puede afirmar incluso que la amistad puede ser más necesaria que la justicia, ya que cuando los hombres son amigos, ninguna necesidad hay de Justicia".


Muy interesante es la distinción que hace Aristóteles entre dos tipos de Justicia: la justicia distributiva que reparte los bienes entre los ciudadanos y la justicia correctiva que corrige el daño infligido. Ambas se rigen por el criterio de la proporcionalidad que consiste en dar a cada uno lo que le corresponde o lo que merece y en reparar las injusticias derivadas de comportamientos perjudiciales como el fraude o el robo. También introduce un nuevo concepto, la equidad, que consiste en una especie de “excepción” a la justicia. En realidad, lo justo y lo equitativo son lo mismo pero lo equitativo es mejor, aunque es difícil aceptarlo porque lo que equitativo consiste en “una corrección de la justicia legal”. Es necesario incluir esa corrección porque el problema de la ley es que es universal, se legisla para todos, cuando los casos particulares en ocasiones exigen ser vistos como casos excepcionales que reclaman una suspensión de la ley o una interpretación distinta de la habitual. En tales casos, la excepción es más justa que la aplicación estricta y rigurosa de la letra de la ley. No es que la legislación esté mal, es que la realidad es compleja y no se ajusta a la uniformidad que la legislación supone. “Por eso lo equitativo es justo y mejor que cierta clase de Justicia, no que la justicia absoluta, pero sí mejor que el error que surge de su carácter absoluto”.


Para Aristóteles no es el qué sino el cómo alcanzarlo lo que debe preocuparnos. No deliberamos sobre los fines sino sobre los medios.

Así puedo concluir:


Podemos decir que los objetivos de la agenda 2030 son buenos, de eso no cabe duda, pero debemos preocuparnos de cómo vamos a alcanzar esos objetivos. Ahí es donde podemos cometer el error.

La moral es difícil de enseñar incluso se afirma que solo podemos ayudar a descubrirla por uno mismo. En cada sociedad los valores morales pueden ser diferentes. Seguimos en el proceso de definir qué es ser "bueno".

Es importante educar en la justicia incluso con el ejemplo. Si no lo hacemos corremos el riesgo de que el egoísmo haga que triunfe la injusticia.


Es labor del político elaborar leyes que poco a poco hagan una sociedad más justa.

 

Platón:De Desconocido - Marie-Lan Nguyen (2006), Dominio público, 
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1307144

Aristóteles:De Según Lisipo - Jastrow (2006), Dominio público, 
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1359807

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