Kant ya se preguntó: ¿por qué las
ciencias progresan y la filosofía permanece estancada?. A principios del
siglo XX triunfaba el positivismo científico, es decir, que no existe
conocimiento que no parta de la experiencia. En una época donde la filosofía era cada vez
más oscura, inescrutable y especulativa apareció la filosofía analítica que trata de clarificar la tarea
del filósofo mediante una reflexión que explique de qué estamos
hablando cuando utilizamos conceptos tan vagos como el bien, el espíritu,
el ser o la nada.
El primer filósofo analítico fue
el británico George Edward Moore. Según él
no hay que preguntar ¿qué es bueno? sino más bien ¿qué significa bueno?.
Fijándose para ello en lo que han dicho sobre el término la mayoría de
los filósofos precedentes descubre que casi todos han incurrido en un
error, error que él denomina "falacia naturalista". Por ejemplo, decimos
que el placer, la inteligencia o la felicidad son buenos pero si los
analizamos bien, nos damos cuenta de que ninguno de esos conceptos
asociados a bueno agotan en realidad el significado total de bueno. La
conclusión a la que se llega con tales argumentos es que "bueno" es un
atributo indefinible, pues la definición de una cosa consiste en enumerar
las partes que la componen y, sin embargo, es imposible enumerar las
partes que pueden componer "bueno". "Bueno", sencillamente, no tiene
partes y no se puede definir. Denota una "cualidad simple e indefinible".
La
"falacia naturalista" consiste en el hecho de identificar lo que es, un
hecho, algo natural, con lo que debe ser, un valor, algo que Victoria
Camps apunta, ya había sido denunciado anteriormente por Hume.
La
salida que da Moore para producir una ética es indicar que ésta viene inspirada por
la intuición. Según él, para un intuicionista, no podemos dar una
definición satisfactoria de bueno pero sí podemos pensar en "el ideal" o
el bien absoluto. Y aunque ciertamente es difícil, si no imposible,
descubrir ese ideal, Moore lo intenta tratando de pensar qué cosas tienen
un valor intrínseco o qué cosas son valiosas en virtud de ellas
mismas. En el último capítulo de su libro "Principhia Ethica" indica:
Las cosas que deberían existir por sí mismas, los bienes mayores, son dos:1) los goces estéticos2) los afectos personalesEs decir, la belleza y la amistad son los bienes máximos.
En
conclusión, para Moore, el error histórico de la ética ha consistido en
tratar de decir qué es la virtud o qué es bueno, que es algo que no se puede definir dado que no se puede explicar mediante un conjunto de propiedades naturales observables. Él defiende que la intuición puede proporcionarnos el conocimiento de qué es valioso por sí mismo.
La filosofía analítica terminó de separar ciencia de filosofía y dejó claro que no podemos estudiar los comportamientos igual que se estudian las ciencias naturales.
G.E.Moore de Ray Strachey, born Rachel Pearsall Conn Costelloe (4 June 1887 London – 16 July 1940) - https://www.npg.org.uk/collections/search/portrait/mw17626/Oliver-Strachey-GE-Moore-John-Maynard-Keynes-Baron-Keynes, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=78757550
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